¿Cómo escoges tus gafas?

No importa si tenemos miopía, astigmatismo o si simplemente cuidamos nuestros ojos. Todos necesitamos un día u otro unas gafas de sol o de vista. Un accesorio casi joya que no siempre es fácil de escoger.

Para ayudarte en tu elección, vamos a ver cuáles te sientan bien.

1. Elección de la forma
Antes del color, es esencial elegir la montura. Si encuentras la adecuada, poco importa tu look, estarás estupenda.
Si tienes la cara cuadrada
Mejor una montura de forma redondeada u ovalada: las curvas suavizan las facciones.

Si tienes la cara redonda
Opta por formas rectas, cuadradas o con ángulos para "estructurar" tu cara. Evita las formas redondeadas en una cara redonda.

Si tienes la cara ovalada
Una montura rectangular y gruesa te hará la cara más ancha y más corta. La cara ovalada es la más proporcionada y se adapta a todas las monturas. Evita las monturas finas, ya que pueden alargar tu rostro.

Si tienes la cara triangular
Escoge una montura ovalada con los bordes superiores redondeados; es ideal para compensar una barbilla puntiaguda.


Nota: Si tienes una receta médica, no olvides mostrársela a tu óptico antes de escoger tus gafas. Algunas monturas no se pueden adaptar a todos los tipos de corrección.


Consejos:
- El peso de la montura sin los cristales no te debe molestar sobre la nariz.
- El puente de la nariz debe encajar con la forma de la nariz sin pellizcar ni dejar marcas
- Las patillas deben reposar sobre las orejas. Si son encorvadas, deben seguir la forma de la oreja, pasando por detrás de éstas. En general, las patillas son ajustables.

2. La elección del color

Elige el color de las gafas en función del tono de tu piel.

Si tienes la piel de una tonalidad fría
Atrévete con monturas azules y con sus colores complementarios: blanco, negro irisado, ciruela, magenta, rosa y malva. Para las monturas metálicas, mejor de estaño, metal esmaltado, plateado o brillante. En cuanto a las monturas de pasta, que sean oscuras y ambarinas. Las monturas verdes quedan especialmente bien a las pelirrojas.

Si tienes la piel de una tonalidad cálida
Tu color es el amarillo. El caqui, el azul marino, el rojo anaranjado y el marfil también te quedarán muy bien. Decántate por monturas doradas y cobrizas o bronces. Las pieles mates pueden llevar colores vivos.

¿Y como escoges tus gafas? ¿Te ha ayudado este articulo?


Parte 2.


Ahora que ya sabemos que cantidad de producto utilizar en el lavado del cabello. Os voy a explicar como distribuirlo bien para el lavado.

Imaginar, estamos en la ducha, nos toca lavarnos el cabello y nos ponemos la dosis necesaria de champú en las manos para nuestro lavado.... 
¿Que tengo que hacer ahora? 

Frotar una palma de la mano con la otra para que se active el champú entre las manos, veréis que crece y se pone blanco, lo primero, y  antes de colocar sobre el cabello las dos manos, es mover el cabello y realizar como particiones, unas cuatro, e introducir los dedos y la mano por debajo del cabello y aplicar el champú en la piel, ir aplicando el champú por esas cuatro particiones, y siempre tocando la piel. Recordar que el champú es el encargado de limpiar el cuero cabelludo o sea la piel de la cabeza... 
El cabello recoge polvo y polución, pero es el cuero cabelludo el que suda y ensucia el cabello. Así que para que el cabello dure más tiempo limpio el cuero cabelludo se tiene que limpiar bien...

Seguimos... una vez esta bien distribuido el champú por el cuero, procedemos a friccionar para distribuir y garantizar que toda la base de la piel queda limpiada por el champú, el siguiente paso es aclarar abundantemente, moviendo el cabello para que le llegue bien el agua...

Una vez acabado este paso, las personas que se realicen dos champunadas, cosa que en estos momentos no es necesaria por la frecuencia con la que nos lavamos el cabello (cada 2 días o cada día), se realizarían la segunda cómo la primera... 
 
Muy importante el aclarado debe ser abundante y mover todo el cabello, dejar restos de champú en la piel, hace que puedan aparecer rojeces, y descamaciones no necesarias...como también puede pasar que el cabello no quede lo brillante, ni limpio que necesitamos.

Y para finalizar se utilizaría el tratamiento adecuado para cada cabello. Todos los cabellos, aunque sean muy finos llevan tratamiento....
En estas semanas os daré algún consejo para que aprovechéis al máximo vuestro champú.

Como aprovechar bien el champú para que dure más. 

Parte 1ª
 Como profesional de la peluquería no concibo utilizar otro champú que no sea profesional, por la calidad de los ingredientes internos, por que no llevan sulfatos y por lo concentrados que son. Como nos puede pasar con cualquier producto, todo lleva un camino hasta encontrar el que más se adapta a nuestras necesidades capilares. No todas las marcas llevan los mismos ingredientes, aunque el producto sea para cabello fino... o graso...o seco. Encontrar el que nos da el mejor resultado para nuestro cabello, es una tarea que es necesaria, para llevar el cabello cuidado.


Una vez explicado esto...comencemos...

A la hora de lavarnos siempre realizamos los mismos pasos, mojar, champunear, aclarar, (opcional, volver a champunear, aclarar) y tratar con un tratamiento (mascarilla) adecuado a nuestro cabello.
En los anuncios siempre vemos como medio bote de champú en las manos de la persona que se lava... ¿Creéis que es necesario tanto producto?....Mi respuesta es que no!! Es una imagen subliminal para que se gaste más del producto necesario, y que nos pasa a nosotros.... pues que sí aplicamos menos, o no nos hace la misma espuma que a la persona del anuncio, parece que no nos hemos lavado bien el cabello....

Realmente con la medida de una almendra (aprox.) de champú tenemos suficiente, bien extendido por todo el cuero cabelludo (como os explicare en la parte 2ª)
Así que ya sabéis lo que tenéis que hacer, empezar a usar un buen champú de marca profesional y a aplicaros al lavar menos cantidad de producto....

En la próxima entrada os explico cómo distribuir el champú por el cabello para lavarlo mejor.



Es frecuente estar al día de las últimas tendencias de maquillaje, es algo fundamental conocer la última revolución en cosmética. Incluso no dudamos en aplicarnos cientos de cremas, tónicos, peeling facial o mascarillas con las que conseguir, si no la eterna juventud, el envejecimiento más digno.

Pero…¿qué pasa cuando termina el día y nuestra piel necesita respirar? Existe un “eterno olvidado” en esto de la belleza: el proceso de desmaquillarse a diario.

Se nos olvida la importancia de una buena limpieza de nuestro rostro, sin darnos cuenta de que el desmaquillado es una parte fundamental del cuidado facial para activar el proceso de regeneración de la piel. Y sobre todo que un mal desmaquillado contribuye al envejecimiento de la piel.


Un ritmo de vida frenético, la falta de tiempo para una misma, el cansancio acumulado durante la jornada, el “lo hago más tarde”, llegar a altas horas de la noche y, en definitiva, la pereza, pueden ser la causa de nuestro “descuido”, pero nunca una excusa. Es cierto que todas nos hemos saltado en alguna ocasión este pequeño pero importante ritual.

Al limpiar nuestra piel, además de liberarla de la máscara del maquillaje y ayudarla así a respirar, eliminamos las células muertas, el exceso de sebo y los residuos de polución que se acumulan durante el día. Es imprescindible limpiar el cutis con un algodón que arrastre bien la suciedad, tanto por la mañana y por la noche con un tónico facial después de un gel o una crema desmaquilladora.

Tenemos que conseguir que este ritual se convierta en un proceso de la vida cotidiana, como puede ser la limpieza de los dientes.